Cómo distinguir los distintos géneros de la música regional mexicana, la reina de la radio en español en los Estados Unidos
Es cierto que existe una impresión falsa que la salsa, la bachata y el reggaetón es la música latina por excelencia en Estados Unidos, y que si es mexicano, ha de ser mariachi. Pero al menos que vivas alrededor de Miami o Nueva York, la realidad es que no hay música que suene más dentro de los antros (clubes nocturnos), cocinas de restaurantes ni estaciones de radio en español como la regional mexicana.
“Si te metes al resto del país, incluso en California, y definitivamente en el suroeste, la salsa no es la reina”, dijo Lorenzo Trujillo, un etnomusicólogo que enseña música en la Metropolitan State University de Denver. “La música del norte de México prevalece (…) Hay música regional por todo México que refleja la cultura particular del área y la cultura que viene con ella como el jarocho o jalisciense o la música que viene de Mazatlán, Sinaloa, que también ha llegado a Estados Unidos”.
De por sí, la música regional mexicana es bastante compleja. Para el oído de quien la desconozca, muchos de sus subgéneros suenan igual, aunque en esencia son bastantes diferentes.
Por ejemplo, está el mariachi, al que nadie puede imaginar usando la tambora o una tuba, como en la banda sinaloense, que es el género que está sonando fuerte en la radio. Proyecto X, Rancho Viejo y El Dasa son todas bandas sinaloenses (otras bandas sinaloenses pegando fuerte en el billboard musical son Banda MS, Calibre 50 y Pesado). Tampoco uno puede imaginarse instrumentos de cuerda típicos en un mariachi como la guitarra y el bajo en una banda sinaloense, que se basa en instrumentos de viento como las trompetas y trombones y la tuba.
Hay música regional por todo México que refleja la cultura particular del área y la cultura que viene con ella como el jarocho o jalisciense o la música que viene de Mazatlán, Sinaloa, que también ha llegado a Estados Unidos — Lorenzo Trujillo, etnomusicólogo dela Metropolitan State University de Denver.
LA NORTEÑA
Muy distinta a la banda sinaloense es la música norteña, con sus artistas radicados principalmente en los alrededores de Monterrey y que basan sus composiciones en la guitarra y acordeón, que llevan batería y otras percusiones, y que en la actualidad han incluido al saxofón. A diferencia de la banda sinaloense, que la componen entre 12 y 18 músicos, un grupo de norteña son cinco o seis músicos. Otros subgéneros de la norteña son la música sierreña, que va con dos guitarras, un acordeón y la tuba; y las cumbias norteñas y románticas norteñas.
En el pasado hubo otras corrientes fusionadas como el grupero o la duranguense (Los Bukis, Bronco, Mojado, Diana Reyes) que incluían teclados y guitarras eléctricas, totalmente distintas a las bandas sinaloenses y norteñas.
Según Luis Lerma, gerente de formato radial y coordinador de eventos de La Tricolor 96.5 FM en Denver, muchos de los artistas que tocaban duranguense han cambiado o han desaparecido, y existen otros artistas que para sobresalir innovan o reinventan, como La Trakalosa de Monterrey, que ha fusionado la banda sinaloense con la música norteña, y por la que pocos daban un peso por esa actitud de que las bandas son sinaloenses, no norteñas.
“La Trakalosa es banda, pero conforme han sacado discos han fusionado con acordeón, guitarra para darle el toque regiomontano”, explicó Lerma.
Otros artistas, como Noel Torres, también combinan la tuba y el acordeón para fusionar la sinaloense y la norteña, a lo ahora se conoce la música “tubeña”.
(…) existen corridos, existen narcocorridos, puede haber una ranchera que sea corrido, puede haber una ranchera que sea romántica. O sea, es muy bonito que el tipo de instrumentos no determina el tipo de melodía — Rubén Robledo, productor de Univision Austin.
EL CORRIDO
La música regional mexicana con más influencia que cualquier otra entre los subgéneros regionales actuales se hizo popular hace más de 100 años, y tomó bastante relevancia a través de mujeres conocidas como las “adelitas”, quienes narraban a ritmo de guitarra lo que sucedía en la revolución mexicana. Es el corrido.
“La unificación de la norteña es un desarrollo del corrido mexicano”, dijo Trujillo, quien también dirige al grupo de música folclórica y clásica Los Southwest Musicians (además es abogado y exdecano de la facultad de derecho de la Universidad de Colorado en Boulder). “La balada estadounidense viene del corrido, el corrido ha estado presente desde siempre, pero ahora es muy popular con trompetas y saxofón y bailadores y guitarras. Es balada, cuenta historias y a todo el mundo le gusta las historias”.
Últimamente los corridos tomaron una nueva dimensión junto al auge del narcotráfico en México. Algunos artistas eran identificados con ciertos carteles mexicanos por su composiciones a pedidos de capos de la droga, una corriente que ilustró a los Bukanas de Culiacán y a El Komander en la cinta Narco Cultura, que se puede ver en Netflix.
Según Rubén Robledo, productor de Univision Austin con experiencia en producciones musicales como Premios Texas y Música Sin Límites, más allá de los instrumentos es la letra de las canciones (las historias de las que habla Trujillo) lo que caracteriza a la música regional mexicana.
“Por ejemplo, existen corridos, existen narcocorridos, puede haber una ranchera que sea corrido, puede haber una ranchera que sea romántica. O sea, es muy bonito que el tipo de instrumentos no determina el tipo de melodía”, sostuvo Robledo.
Juan Rodríguez, productor de El Show Número Uno de María 1090 AM en Denver (hermana de La Tricolor), explicó que la vestimenta también distingue el subgénero de un artista regional mexicano.
“Un norteño se va a vestir de bota y sombrero, ¡una banda no! Un romántico tampoco, ¡un grupero menos!”, dijo Rodríguez. “El grupero es más formal, el norteño es más vaquero y ahora la banda, pues también la hacen más formal, ahora salen con traje, con sus chalecos”.
A lo que Robledo agregó: “Si recuerdas la música duranguense, usaban los sombreritos así pegaditos que lo hacían churros. Y todo eso define al tipo de persona y el tipo de música que escucha. Es tan bonito que te lleva más allá de la simple música e instrumentos, es una combinación de todo”.
Los artistas de música regional mexicana te están trabajando desde el domingo toda la semana, fácil, en cualquier lugar y en cualquier momento (…) Mucho de eso es por la organización que tiene la música regional mexicana, porque son gente muy trabajadora. Así como son en los campos y en todos los lugares donde está la gente mexicana, así son también en la cuestión de la música — Rubén Robledo
EL NEGOCIO DE LOS BAILES
Alrededor de ocho de cada 10 hispanos en Colorado son mexicanos o de ascendencia mexicana, y según el Consulado General de México en Denver, en 2014 la mayoría de mexicanos que acudieron a sacarse un pasaporte o matrícula consular fueron originarios de Chihuahua, Zacatecas, Durango, Guerrero y Jalisco. Sin lugar a dudas, ni la salsa ni la bachata son el género musical por excelencia en estos estados mexicanos.
Esta tendencia no ha pasado desapercibida a productores ni promotores de la música regional mexicana, que consiguieron en este lado de la frontera un terreno fértil para ocupar a sus artistas prácticamente todas las semanas del año. Así como en México suelen tocar en bailes de pueblo en pueblo, en Denver y todo el suroeste de EE.UU. las bandas sinaloenses y grupos norteños replican la fórmula.
“Al final, los artistas ya no hacen tanto dinero por vender sus discos, sino por los eventos y la manera en que la música regional mexicana promueve a sus artistas”, explicó Robledo. “Los artistas de música regional mexicana te están trabajando desde el domingo toda la semana, fácil, en cualquier lugar y en cualquier momento (…) Mucho de eso es por la organización que tiene la música regional mexicana, porque son gente muy trabajadora. Así como son en los campos y en todos los lugares donde está la gente mexicana, así son también en la cuestión de la música: son gente que está girando constantemente, es un ejército de músicos, de producciones que están ahorita alrededor de Estados Unidos y México y no tienes una idea, es espectacular”.
Una banda o un grupo puede cobrar lo mismo aquí o en México, la diferencia es que en México la asistencia por bailes es mayor y por eso los boletos pueden ser más baratos. Una entrada para ver, por ejemplo, a la Banda MS que pudiera costar 300 pesos en México (unos 20 dólares), aquí en Estados Unidos costaría hasta 80 dólares. El mismo concierto pudiera llevar hasta 20.000 personas a cualquier lado de Chihuahua, mientras que en Denver, hace un mes, la Banda MS atrajo unas 6.000 personas al National Western Arena, según Rodríguez, quien trabaja con la promotora Rencer, productora de El Show Número Uno y de los bailes latinos más concurridos en Denver. (Rencer produce junto a La Tricolor el evento de este domingo).
En Denver no existen otros productores ni promotores de artistas tropicales que muevan más gente con la frecuencia y consistencia de dos a tres bailes al mes.
“Existen muchas disyuntivas del porqué un salsero tiene menos audiencia que una (banda) regional mexicana. Al final es que la mayoría de las personas que viven en esa ciudad en particular escuchan regional mexicana. Ése es el punto. Si la gente escuchara más salsa te aseguro que sería al revés”, explicó Robledo.
“Hablar de música regional mexicana es hablar de décadas y décadas de relación entre pueblo y cultura, a diferencia de otros estilos de música que son digeribles, más comerciales, a lo mejor mucho más plausibles para que la gente los pueda bailar, escuchar. La música regional mexicana le pega a un mexicano auténtico en otro nivel porque es parte de su cultura, es parte de su familia, porque ha crecido escuchándola es una conexión que trasciende más allá de la música”, agregó Robledo.